De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 1264
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1264:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Su tono respetuoso dejó a Magnus desconcertado, no parecía que hubiera ningún problema.
«Sí, lo soy», dijo lentamente, sin saber muy bien qué iba a pasar a continuación.
El hombre asintió rápidamente. «La señorita Jones nos ha pedido que le esperemos. Solicita su presencia en el Pabellón del Cielo».
Un escalofrío recorrió la espalda de Magnus. Esa sección de Morfort no estaba abierta a todo el mundo. Solo había estado allí una vez, y fue bajo la protección de alguien poderoso.
No había imaginado que Christina pudiera mover esos hilos. Darse cuenta de ello le impresionó silenciosamente.
«De acuerdo, por favor, guíeme», dijo, suavizando el tono.
«Por aquí, señor». El personal se inclinó ligeramente y le indicó que siguiera adelante.
Cuando Magnus entró en el Sky Pavilion, sus ojos se abrieron como platos ante el espectáculo que tenía ante sí. Los platos le resultaban desconocidos, cada uno de ellos parecía una obra de arte.
¿Podrían ser estos los legendarios platos del menú secreto de los que se rumoreaba?
La pregunta rondaba su mente, pero no se atrevía a preguntar.
—Adelante, pruébalos —dijo Christina con una leve sonrisa—. Son de la selección secreta de Morfort, pocos tienen la oportunidad de probarlos.
Incluso los invitados de alto rango rara vez recibían ese trato.
Varios platos parecían hechos especialmente para Dylan.
Los ojos de Magnus se iluminaron y la emoción bullía en su interior.
—Si no fuera por ti, nunca habría puesto un pie aquí. Será mejor que lo aproveche al máximo —dijo, medio riendo.
Contempló los platos humeantes y se le abrió el apetito.
Tu novela favorita continúa en ɴσνєℓα𝓼4ƒα𝓷.ç0𝓂 disponible 24/7
Solo con el aroma se le hacía la boca agua.
Formar parte del círculo de Christina había cambiado su suerte. La admiraba…
La admiraba aún más por ello.
Quedarse con Christina había dado sus frutos de formas que nunca hubiera imaginado. Al fin y al cabo, era el único aprendiz de Christina en el campo de la restauración.
Pensar en ello en silencio le hacía feliz.
Se imaginaba a los demás verdes de envidia. La idea le hacía sentir mareado.
De vuelta en la casa de los Murray, Nelly y Terence, maltrechos, fruncieron el ceño cuando los dos regresaron a casa.
«Creía que ibais a cenar a Morfort. ¿Por qué habéis vuelto ya?», preguntó Nelly, sin saber que habían ofendido a un VIP y los habían expulsado.
Katy tenía la mejilla hinchada y sus rostros parecían agotados.
Terence gritó: «¿Qué te ha pasado en la cara? ¿Quién te ha pegado?».
Que alguien se atreviera a golpear a su hija era como una bofetada a toda la familia. ¡Cómo se atrevían!
.
.
.