De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 1233
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Capítulo 1233:
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La sonrisa de Nelly se desvaneció, la calidez se desvaneció cuando una chispa de irritación se agitó en lo más profundo de su ser.
Pensó que Davina era tan insolente como su madre.
El disgusto nubló la mirada de Nelly. El parecido era asombroso. Davina era realmente la hija de aquella mujer.
Incluso desde la tumba, aquella mujer parecía decidida a arruinar la paz de Nelly. La gente seguía susurrando que Nelly había sido una amante que se había abierto camino a zarpazos hasta la cima, que debía de haber hecho algo para deshacerse de la madre de Davina.
Ni siquiera fue ella quien planeó la muerte de esa mujer, sino Terence. Pero, sinceramente, aunque hubiera sido ella, ¿qué más daba? Esa mujer solo podía culparse a sí misma por haber sido desafortunada, superada y burlada hasta el final.
El ganador se lo lleva todo.
Para Nelly, la muerte de la madre de Davina era lo que se merecía.
—¿De verdad eres Davina? —preguntó Terence, con sus agudos ojos brillando levemente mientras observaba a Davina—. Te pareces mucho a tu madre.
Davina, hija mía, realmente eres mi propia carne y sangre…».
Cuando se inclinó para abrazarla, Davina se apartó silenciosamente, evitando su contacto sin decir palabra.
«Davina, ¿estás enojada conmigo? Intenté encontrarte. Pero todos decían que habías muerto. Te he extrañado muchísimo.
Pobre niña mía. Todo es culpa mía. Pero no te preocupes, lo arreglaré, te lo prometo».
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Nelly se secó las lágrimas y, con voz temblorosa, dijo: «Davina, sé que no eres mi hija biológica, pero te querré como si lo fueras.
Te juro que nunca sufrirás ninguna injusticia mientras yo esté aquí».
Al ver su falsa preocupación y sus palabras vacías, Davina esbozó una leve sonrisa burlona.
Eran lágrimas de cocodrilo, nada más.
Habían colaborado para matar a su madre años atrás y ahora fingían preocuparse por ella. Davina sabía que ella sería la siguiente.
Antes incluso de que llegara, Christina le había advertido. Con la familia Murray ahogada en deudas, tendrían que casar a Katy para salvarse. Pero el regreso de Davina la había convertido en el sacrificio perfecto.
Sabía que intentarían todo lo posible para sacrificarla. Pero aquí estaba el problema: los problemas financieros de la familia Murray eran en realidad culpa de Davina.
Sin el apoyo de Christina, Davina sabía que sola no tendría ninguna posibilidad contra la familia Murray.
Christina no era solo alguien que la había ayudado; era la heroína tanto de Davina como de su madre.
Gracias a Christina, finalmente tuvo su oportunidad de vengarse.
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