De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 1198
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Capítulo 1198:
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Estaba segura de que Brendon debía de estar furioso por haber perdido a su primer hijo.
Él aún no sabía que ella nunca había estado embarazada. Para él, estaba soportando la angustia de un padre al que le habían robado a su propia carne y sangre.
Apenas había comenzado a saborear la felicidad de la paternidad inminente, cuando casi al instante se vio sumido en la desesperación. Era su primer hijo, y el dolor lo abrumaba como un peso aplastante.
Pero, incluso en medio de ese tormento, no se atrevía a culpar a su madre.
—No, no te vas a mudar a ningún lado. La villa en Bayview Estates ya está a tu nombre, ahora te pertenece —dijo Brendon con firme determinación.
—Pero tu madre no me permite quedarme… —Yolanda sollozó, con las lágrimas fluyendo libremente.
—Haré que el administrador de la propiedad le revoque el acceso para que no pueda entrar ni molestarte —decidió Brendon, creyendo que era la única manera de seguir adelante.
Joselyn se tensó y, a continuación, la rabia y la tristeza recorrieron sus venas.
No podía comprender cómo su propio hijo podía anteponer a otra mujer a su propia madre.
—¿Por qué? ¡Soy tu madre! ¿Cómo puedes tratarme así? —gritó Joselyn, con la voz temblorosa de furia.
La mirada de Brendon se volvió fría. —Tú te lo has buscado. Si quieres paz en tus últimos años, será mejor que dejes de causar caos.
Sus palabras le atravesaron el corazón como cuchillos afilados.
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Apretó los puños con fuerza, consumida por la angustia.
El hijo por el que lo había sacrificado todo ahora se volvía contra ella por otra mujer, llegando incluso a amenazarla. Cuando sus ojos se posaron en Yolanda, lo único que vio fue esa mirada desafiante, que no hizo más que avivar las llamas de su ira.
«Si hubiera sabido que te casarías con alguien aún más problemático, nunca te habría permitido dejar a Christina», espetó.
Al oír el nombre de Christina, Brendon frunció el ceño, con las emociones en conflicto.
Yolanda lanzó una mirada venenosa a Joselyn.
¡Esa mujer despreciable! ¿De todos los momentos, Joselyn tenía que sacar a relucir a Christina ahora? ¿De verdad creía que podía arrastrar a Christina de vuelta a la vida de Brendon?
Yolanda nunca lo permitiría, y Christina nunca tendría la oportunidad de volver.
Yolanda mantendría su lugar como esposa de Brendon, y nadie se lo quitaría jamás.
—Lo siento, Joselyn. No soy ni de lejos tan capaz como Christina, y te avergüenzo —lloró Yolanda, presionándose el abdomen con la mano—. Quizá fue mi propio fracaso lo que avergonzó a mi hija y la llevó a abandonarme tan pronto.
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