De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 1196
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1196:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
«No fue mi intención… Llamaré a una ambulancia, la estoy llamando ahora mismo…», balbuceó, tratando de coger el teléfono con dedos temblorosos.
Fuera de la sala de urgencias.
Brendon cruzó corriendo el pasillo, con la mente agitada por la ansiedad.
No apartó la mirada de las puertas cerradas de la sala de urgencias y la frustración se reflejó en sus ojos cuando se volvió hacia su madre.
«¿Qué ha pasado? ¿Por qué está Yolanda en el hospital?», presionó Brendon, reprimiendo su ira.
Aún estaba desesperado por creer que podría ser algo sin importancia. Joselyn vaciló bajo su mirada. Las palabras se le atragantaron en la garganta y apenas logró articular una frase. «Yo… ella…».
«¡Dilo de una vez! ¿Qué pasó?», gritó Brendon.
«¿Qué esperas que diga? ¿Por qué nadie se molestó en decirme que estaba embarazada?», se burló Joselyn, con tono agudo y evidente irritación.
Si alguien le hubiera mencionado que Yolanda estaba embarazada, Joselyn se lo habría pensado dos veces antes de hacer nada precipitado, al menos hasta que naciera el bebé.
—Eso no es lo que te estoy preguntando. Quiero saber por qué Yolanda está en el hospital ahora mismo —insistió Brendon, negándose a dejar que ella eludiera el tema real.
Joselyn jugueteó con los dedos, bajando la mirada al suelo, sin querer encontrarse con la mirada de él.
—Si sigues callada, seguiré buscando respuestas cuando Yolanda se despierte —dijo Brendon, con un tono frío e implacable.
novelas4fan.com tiene: ɴσνє𝓁α𝓼4ƒαɴ.c♡𝗺 para ti
Las lágrimas corrían por las mejillas de Joselyn. —Te juro que no tenía ni idea de que estaba embarazada. Si lo hubiera sabido, no le habría puesto un dedo encima. Solo le di un pequeño empujón, nunca imaginé que se caería tan fuerte, ni que habría tanta sangre…
El recuerdo de las duras palabras de Joselyn durante su llamada pasó por la mente de Brendon. Apretó la mandíbula y la ira lo invadió, con todos los nervios a flor de piel.
Apretó los puños hasta que le dolieron las manos.
Se trataba de su madre, y nunca se atrevería a pegarle. Cualquier otra persona ya estaría en el suelo.
«Deberías rezar para que Yolanda y el bebé se salven, porque si no, nunca te lo perdonaré», dijo Brendon, con las manos temblorosas y las palabras cargadas de furia.
Sollozando, Joselyn le agarró del brazo, desesperada por encontrar consuelo, pero él se soltó bruscamente.
—Por favor, créeme, yo no quería esto. Nunca quise que pasara nada de esto —suplicó ella con voz frenética.
Pero Brendon ya se había dado la vuelta. Sus pensamientos giraban en torno a Yolanda y el bebé, negándose a dejar espacio para las excusas de Joselyn.
Dentro de la habitación del hospital, tan pronto como Yolanda se movió y abrió los ojos, Brendon le tomó la mano y la apretó con fuerza.
.
.
.