De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 1134
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Capítulo 1134:
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La voz de Brendon se volvió solemne. «Nada que ver con el dinero. En cambio… King quiere que rece en el pico más alto de Dorfield durante nueve días seguidos. Solo entonces King aceptará prolongar tu vida».
«¿Qué?», Yolanda lo miró atónita. Eso era lo último que esperaba oír.
Sus ojos se enrojecían al instante. «Brendon, quizá deberíamos olvidarlo. Rezar durante nueve días seguidos es demasiado. No quiero que sufras así».
Su voz temblaba, y las lágrimas le resbalaban por las mejillas como perlas que se desprendían de un collar roto.
«No llores». Brendon se acercó y le secó las lágrimas con un tono suave pero firme. «Si eso significa salvarte la vida, vale la pena. Yolanda, te prometí que conseguiría que King te curara, y lo haré. Tienes que confiar en mí».
El corazón egoísta de Yolanda vaciló por un momento. ¿Estaba él realmente dispuesto a esforzarse tanto por ella?
Solo escalar una montaña tan alta quebraría a la mayoría de la gente. ¿Rezar durante nueve días seguidos? Incluso tres días lo agotarían.
¿Podría Brendon realmente pasar por ese tipo de prueba? Había crecido mimado, nacido con una cuchara de plata en la boca, después de todo, siempre con chófer, sin apenas caminar nunca por sí mismo. ¿Cómo podría alguien como él sobrevivir a esto?
No podía ni imaginar el tormento que le esperaba. La gente normal no aguantaría ni un día.
Yolanda permaneció en silencio mientras Brendon la atraía hacia él y la abrazaba con fuerza. «No te preocupes. Si eso significa curarte, todo vale la pena».
Las lágrimas le nublaban la vista mientras se aferraba a él. «Te creo… pero prométeme una cosa: si se vuelve demasiado difícil, lo dejarás».
«Nunca me rendiré», respondió Brendon con firmeza, como si estuviera haciendo un juramento.
Las emociones de Yolanda se enredaron en su interior. No esperaba que él llegara tan lejos por ella. Por un breve instante, su corazón se ablandó. Pero rápidamente reprimió ese sentimiento. Él ni siquiera había empezado todavía, era demasiado pronto para emocionarse. No creía realmente que pudiera terminarlo. Y, sin embargo, en lo más profundo de su pecho, aún quedaba una pequeña chispa de esperanza.
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Al día siguiente, la noticia difundida por King se extendió como la pólvora, encabezando las listas de éxitos en todas partes.
Alguien comentó: «Espera, ¿en serio? ¿Solo una retransmisión en directo y King interviene? ¡Brendon es un maldito genio! ¿Cómo es que a nadie más se le ocurrió esto antes?».
«Si hubiera sabido que eso era todo lo que hacía falta para que King nos ayudara, ¡habría estado retransmitiendo en directo durante tres días y tres noches!».
«Adelante, empieza ahora mismo. No es demasiado tarde para hacer una retransmisión en directo. ¿Quién sabe? Quizás funcione. Tengo la sensación de que habrá una oleada de gente retransmitiéndose en directo para suplicarle a King que les trate».
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