De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 1128
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1128:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Con esa tierna sonrisa aún en los labios, Dylan pulsó el botón de mensaje de voz, pero luego dudó. Algo le hizo soltarlo antes de hablar. Tras pensarlo un momento, decidió escribir en su lugar. «Te echo de menos, Chrissie».
Sus dedos se posaron sobre el botón de enviar mientras leía las palabras. ¿Demasiado simple? ¿No es suficiente? Borró el mensaje y volvió a empezar, solo para escribir exactamente lo mismo.
Esto sucedió tres veces más antes de que finalmente lo enviara, con una sonrisa de satisfacción iluminando su rostro.
Una vez que el mensaje desapareció en el éter digital, la ansiedad se apoderó de él. Dylan se encontró mirando fijamente su teléfono, esperando esos tres pequeños puntos que indicarían su respuesta. Cada segundo parecía una eternidad. Miró la hora y volvió a mirarla treinta segundos después. El tiempo parecía pasar muy lentamente cuando su corazón estaba en juego.
Finalmente, su teléfono vibró con la respuesta de ella. «Yo también te echo de menos. Pero deberías centrarte en el trabajo».
Las mejillas de Dylan se sonrojaron al leer su respuesta. Sus dedos volaron por el teclado. «Te prepararé algo delicioso cuando llegue a casa».
«Entonces prepararé todos los ingredientes y te esperaré».
«Perfecto. Terminaré todo aquí lo más rápido posible para poder llegar a casa temprano».
Después de intercambiar algunos mensajes más, Dylan se puso a trabajar con energía renovada. Habría movido montañas para asegurarse de que ella no tuviera que esperar y pasar hambre.
Mientras tanto, al otro lado de la ciudad, en la mansión de la familia Dawson, Brendon apenas había cruzado la puerta principal cuando Katie apareció como un halcón abalanzándose sobre su presa.
«Brendon, dime la verdad. ¿Has vuelto a buscar a Christina?». Los ojos de Katie eran afilados como cuchillas, estudiando cada microexpresión del rostro de su hermano.
«No», mintió Brendon con naturalidad, aunque apretó la mandíbula de forma casi imperceptible. Si Katie supiera la verdad, correría directamente a contárselo a Yolanda. Lo último que necesitaba eran más complicaciones en su ya enredada vida.
úʟᴛιᴍσѕ ᴄαριᴛυʟσѕ єɴ ɴσνєℓaѕ𝟜fαɴ.𝒸o𝓶
—Brendon, ahora estás casado con Yolanda. Ella es parte de la familia —la voz de Katie se suavizó con sincera preocupación—. No hagas ninguna tontería. Ella solo ha sido buena con nosotros, con esta familia.
«Lo sé». Las palabras salieron con más fuerza de la que él pretendía. Pero saber algo y sentirlo eran dos cosas completamente diferentes.
Llevaba años soñando con casarse con Yolanda y no deseaba nada más que convertirla en su esposa. Entonces, ¿por qué no era feliz ahora que ella era su esposa? ¿Por qué sentía este vacío en lugar de la alegría que había imaginado? Cuando firmaron los papeles que los unían legalmente, sintió algo que lo aterrorizó: arrepentimiento. Agudo e inesperado, como un cuchillo entre las costillas.
No era así como se suponía que debía ser. ¿Podría ser que se hubiera enamorado de verdad de otra persona? La cara de Christina apareció en su mente y la frustración le oprimía el pecho. ¿Cómo era posible que se sintiera atraído por una mujer tan desagradecida y manipuladora?
.
.
.