De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 110
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 110:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
La risa de Bruno era baja y peligrosa, y su sonrisa se torció con rencor. «Ya veremos qué tan arrogante eres después de perder la competición».
Sin inmutarse, Davina esbozó una sonrisa fría y segura. «Bueno, no estés tan seguro. ¿Quién sabe? Quizás seas tú quien pierda la competición».
Con Christina a su lado, Davina sabía que la derrota ni siquiera era una posibilidad.
La mayoría de la gente no tenía ni idea del verdadero pasado de Christina, pero Davina lo sabía muy bien.
«Esperemos y lo veremos». Bruno soltó un gruñido despectivo y atrajo hacia sí a una mujer voluptuosa, agarrándola con fuerza por la barbilla antes de besarla con rudeza. El gesto era más agresivo que cariñoso, y sus dientes le mordieron el labio inferior con fuerza.
La mujer chilló por el dolor y le dio un golpecito en el pecho en señal de protesta. «¡Ay! ¡Qué bruto eres!», se quejó, haciendo un puchero.
Davina encontró todo el espectáculo repugnante y se dio la vuelta, con el rostro tenso.
La risa despectiva de Katie atravesó la multitud. —Qué ridículo. La basura atrae a la basura. ¿Esa mujer que intenta correr contra Bruno? Está pidiendo que la humillen.
Katie y Brendon acababan de llegar, atraídos por los rumores que circulaban sobre una mujer que había desafiado a Bruno en la pista. La promesa de un drama había sido irresistible. Para su sorpresa, la retadora resultó ser la amiga de Christina, un giro tan absurdo que resultaba hilarante.
El piloto elegido por Bruno no era ningún novato. En los días en que Skybreaker y Darknight dominaban el circuito, siempre terminaba tercero. A menos que Darknight o Skybreaker regresaran, nadie tenía posibilidades contra él esta noche.
Brendon frunció aún más el ceño, con una clara decepción en los ojos. —¿En serio? ¿Esta carrera? ¿Qué sentido tiene? —Su voz rezumaba desdén—. Esto es una pérdida de tiempo. Vámonos de aquí.
No podía sentir ni una pizca de interés por una carrera que creía ya decidida. Era obvio que la mujer no tenía ninguna posibilidad, y la energía del público parecía apagada.
Pero justo cuando Brendon se daba la vuelta para marcharse, la multitud se agitó con un repentino entusiasmo.
ᴜʟᴛιмσѕ ᴄαριᴛυʟσѕ ɴσνєʟaѕ4𝒻αɴ.çøm
«Eh, mirad, ¡acaba de aparecer su refuerzo!».
Un coche Mini apareció a la vista, provocando una ronda de risitas y miradas incrédulas entre los espectadores.
«Esa cosa prácticamente grita «conductora novata». Me imaginaba que sus refuerzos serían impresionantes, supongo que esta carrera es una broma».
«En serio, ¿una chica en ese cochecito tan mono? No hay forma de que pueda aguantar en una carrera de verdad. Solo está aquí para que la humillen».
Los abucheos de la multitud se hicieron más fuertes, y el aire se llenó de dudas y burlas. La mayoría de la gente descartó a la recién llegada de inmediato, y varios hombres comenzaron a difundir rumores desagradables, con risas agudas y sarcásticas. Brendon entrecerró los ojos y se concentró en el Mini. Algo en el coche le llamaba la atención. ¿Podría estar Christina dentro? La pregunta apenas se formó en su mente antes de que la puerta del coche se abriera.
.
.
.