De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 1024
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1024:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Antes de que Brendon pudiera reaccionar, una voz furiosa los interrumpió. «¿Qué crees que estás haciendo?».
Yolanda se abalanzó sobre ellos, con el rostro desencajado por la ira, dispuesta a destrozar a Christina.
Cuando Yolanda los vio juntos, perdió completamente el control. Levantó la mano con la intención de abofetear a Christina.
Pero Christina fue más rápida. Agarró la muñeca de Yolanda en el aire y, sin dudarlo, apartó su brazo con fuerza.
«¿Por qué no vigilas a tu hombre y te aseguras de que no me moleste otra vez?».
Dijo Christina, con evidente irritación. Sin mirar atrás, se alejó, con la mente ocupada por el estado de Dylan, temiendo que pudiera empeorar.
Brendon se quedó quieto, viéndola alejarse, con todos sus instintos diciéndole que la siguiera. Pero justo cuando iba a moverse, Yolanda se interpuso delante de él, bloqueándole el paso. Las lágrimas brotaron de sus ojos mientras lo miraba.
«Brendon, ¿qué pasa entre Christina y tú? ¿Estás pensando en volver con ella?».
preguntó Yolanda, con la voz quebrada por los sollozos que sacudían su cuerpo. La agonía de su llanto podría haberlo conmovido en otro momento, pero ahora, todo lo que veía era la mirada salvaje y retorcida que había tenido antes. No se parecía en nada a la mujer que creía conocer, muy lejos de la mujer gentil que siempre había imaginado. Por un instante, se preguntó si alguna vez la había conocido de verdad.
«No, Yolanda».
Brendon suspiró, sin poder ocultar su frustración. «Estás sacando conclusiones precipitadas».
«Pero te vi abrazarla. ¿De verdad me estás diciendo que no hay nada entre vosotros?».
Preguntó Yolanda, con lágrimas corriéndole por las mejillas.
Solo disponible en ɴσνєʟα𝓼4ƒαɴ.c♡𝓂 de acceso rápido
La paciencia de Brendon se estaba agotando, y las lágrimas de Yolanda, que antes le habían conmovido, ahora solo le irritaban. «Si vas a creer eso, no puedo hacerte cambiar de opinión»,
respondió con voz llena de frustración. Dicho esto, se dio la vuelta para marcharse.
Yolanda sintió pánico en el pecho al verlo alejarse. Esperó un rato, pero él no dio señales de volver para consolarla. El miedo a perderlo la abrumó y, sin pensarlo, corrió hacia él y lo abrazó por detrás, negándose a soltarlo.
En ese momento, Brendon era su última esperanza y no podía permitirse perderlo. Se sintió arrepentida al darse cuenta de que había dejado que sus emociones se descontrolaran antes, lo que probablemente lo había alejado aún más.
«Brendon, lo siento mucho. Todo es culpa mía. Por favor, no te enfades. Nunca fue mi intención acusarte. Es solo que te quiero demasiado. Lo siento. Lo siento mucho, de verdad…».
Las disculpas de Yolanda brotaron de su boca, con la voz temblorosa por la desesperación.
La determinación de Brendon vaciló. Se recordó a sí mismo que Yolanda era la mujer que había elegido, la que siempre había imaginado como su futura esposa.
Al pensar en la frialdad de Christina y la devoción inquebrantable de Yolanda, Brendon no pudo evitar sentirse atraído por Yolanda. Solo Yolanda estaría a su lado incondicionalmente, dándole todo su corazón sin pedir nada a cambio. Christina, por otro lado, siempre estaba rodeada de otros hombres y nunca le sería tan fiel como Yolanda. Quizás Christina había encontrado a alguien mejor, lo que explicaría por qué se había vuelto distante e impaciente con él.
.
.
.