Cariño, dèjalo y ven conmigo - Capítulo 777
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Capítulo 777:
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«Mamá, al final lo habría heredado todo. No importa si lo reclamo ahora o más adelante. Debemos irnos».
Elyse estaba completamente conmocionada. No había previsto la intriga de su hija, que había orquestado tal traición.
Natalie continuó: «No te hagas la traicionada. Tú has guardado tus secretos; ahora estamos en paz. Solo me he adelantado un poco. La villa ya está vendida. No es gran cosa. Me aseguraré de que salgamos ganando económicamente».
Elyse no podía creer que esas palabras salieran de la boca de Natalie. El anciano hizo un gesto a sus hombres para que empezaran a retirar los objetos que no figuraban en el contrato de venta.
Fue entonces cuando Elyse se dio cuenta de que sus queridas antigüedades y cuadros de Brylee se habían quedado atrás.
Temblando, le preguntó a Natalie: «¿Cuánto has conseguido por la villa?».
Natalie respondió: «Cien millones».
Al oír esa cifra, Elyse se derrumbó.
Desde la distancia, Daniela observó cómo Elyse y Natalie, aferradas a sus pocas pertenencias, salían de la villa, en una imagen de derrota total.
En medio del aguacero, los ojos de Daniela se posaron en la villa envuelta en la niebla, y su risa resonó fríamente en el aire.
«Mamá, ¿lo ves? He recuperado todo lo que te arrebataron los que te traicionaron».
Elyse había sido expulsada. Con el equipaje a cuestas, ella y su hija se dirigieron a la villa de la familia Harper.
Elyse le dijo a Daniela: «Has dejado quedarse a Nina; ¿podrías alojarnos también a mí y a Natalie?».
Una leve sonrisa se dibujó en los labios de Daniela.
Malinterpretando esto como un sí, Elyse comenzó a meter su maleta dentro, pero Daniela la detuvo. «Lo siento, pero no tenemos habitaciones disponibles».
Elyse se mostró escéptica.
Josie se interpuso con un cuchillo, bloqueando el paso a los indeseables.
Elyse, sintiendo una mezcla de desesperación y esperanza, se volvió hacia Nina. «Nina, hay mucho espacio en tu habitación. ¿Podríamos quedarnos tu hermana y yo contigo? Al fin y al cabo, somos familia. No es pedir mucho, ¿verdad?».
Natalie se mostraba reacia a compartir habitación con Nina.
Sin embargo, la presencia de Cedric cambió la situación.
Decidida a eliminar a Daniela ese mismo día, Natalie vio una oportunidad de simplificar las cosas mudándose inmediatamente.
Mientras Elyse y Nina discutían los detalles, la mirada de Natalie permaneció fija en Cedric.
Hoy había optado por un jersey negro y pantalones de traje, dejando de lado su habitual actitud formal de oficina.
En ese momento, parecía un viajero relajado, lo que cautivó por completo a Natalie.
Su encanto era innegable.
Natalie decidió que debía hacerlo suyo.
Pero la voz firme de Nina interrumpió sus pensamientos. «No estoy de acuerdo. No me siento cómoda compartiendo mi espacio con otras personas».
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