Cariño, dèjalo y ven conmigo - Capítulo 749
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Capítulo 749:
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Ella y Linden salieron de la oficina y, al hacerlo, ella miró hacia atrás, hacia Daniela, y notó que su complexión parecía haber empeorado.
Una vez que Natalie y Linden se fueron, con la puerta de la oficina cerrándose detrás de ellos, Nina dejó escapar un largo suspiro de alivio.
Sacó de su bolsillo la medicina que Linden le había dado.
«Daniela, me has dado un susto de muerte».
Daniela esbozó una leve sonrisa.
«¿De qué tenías que tener miedo?».
Nina respondió: «Tenía miedo de que me descubrieran».
Daniela explicó: «En esta oficina, la persona en la que Natalie confía plenamente eres tú. Al hacer que prepararas la medicina, Natalie ya estaba convencida de que había logrado su objetivo».
Natalie siempre subestimó a Nina. Estaba segura de que Nina no se atrevería a contrariarla. Hacer que Nina preparara la medicina fue el toque perfecto, maximizando la ilusión de credibilidad.
Nina le hizo un pulgar hacia arriba a Daniela.
«Daniela, eres absolutamente brillante.
¿Cuál es el siguiente paso?».
Daniela se rió entre dientes y susurró su plan.
Nina se quedó boquiabierta de admiración.
—¡Eres increíble, Daniela! De esta manera, por fin podré vengarme.
Natalie, tras salir de la oficina de Daniela, merodeó cerca de la puerta, esperando noticias de la repentina desaparición de Daniela.
Pasaron diez minutos.
Pasó una hora.
Pasaron dos horas en la noche, pero todo permaneció inquietantemente tranquilo.
Natalie frunció el ceño y lanzó miradas asesinas a Linden.
Su paciencia finalmente se rompió como una ramita y entró de golpe en la oficina del director general.
Daniela, aparentemente imperturbable, estaba sentada revisando nuevas propuestas de proyectos, sin siquiera levantar la vista.
«¿Qué pasa?». La voz de Daniela era fría, distante.
Natalie escudriñó el rostro de Daniela, que aún irradiaba salud.
«Daniela, ¿cómo te sientes ahora?».
«Bastante bien, en realidad. Después de tomar la medicina, ¡me siento mucho mejor!». Daniela cogió un documento que tenía a su lado y lo firmó mientras hablaba.
«Informa a Enzo, del departamento de proyectos, de que este proyecto multimillonario puede seguir adelante».
Con un «Hmm» de frustración, Natalie salió furiosa de la oficina. Una vez fuera, miró a Linden con una mirada fulminante.
«¿Me has estado tomando por tonta todo este tiempo? ¿Qué le diste exactamente a Daniela? ¿Eh?».
Los ojos de Linden se movieron nerviosamente.
«Medicina».
Los labios de Natalie se torcieron en una mueca de desprecio.
«¡No se puede confiar en los hombres para nada!». Dicho esto, se dio la vuelta y se fue.
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