Cariño, dèjalo y ven conmigo - Capítulo 740
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Capítulo 740:
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Natalie intentó desviar la conversación anterior, dando a entender que habían estado hablando de otra persona, no de Brylee.
Daniela, sin embargo, no respondió.
Natalie vislumbró la parte trasera de la cabeza de Daniela, sintió un nudo en la garganta y apartó la mirada.
El coche continuó su viaje, ascendiendo por la sinuosa carretera de montaña. Dejaron las bulliciosas calles de la ciudad y se adentraron en una zona más aislada.
A medida que se acercaban a un tramo particularmente oscuro sin farolas, la inquietud de Natalie creció.
«Daniela, vamos a ver a Caiden, ¿verdad?».
Daniela permaneció en silencio.
Mientras Elyse observaba la oscura noche exterior, su ansiedad se intensificó.
«Daniela, ¿hacia dónde nos dirigimos?».
Daniela se puso las manos en las rodillas y respondió: «Vamos a ver a Caiden».
La noche se hizo más profunda y el paisaje circundante se volvió cada vez más árido y siniestro.
Elyse escudriñó a Daniela, vislumbrando su rostro a la luz esporádica de la luna, que revelaba una nitidez escalofriante, casi peligrosa.
—Pero esta no parece la ruta a ningún hospital —dijo Elyse, con la voz llena de alarma mientras se agarraba al asiento de delante.
En la oscuridad envolvente, Daniela se rió entre dientes.
El sonido era inquietante, lleno de una clara amenaza.
El corazón de Natalie se aceleró, su voz temblaba mientras preguntaba: —Daniela, ¿adónde nos llevas exactamente?
En la tenue luz que entraba, Daniela se volvió hacia ellas.
Sus expresiones estaban grabadas con verdadero terror, como si acabaran de comprender el significado completo del miedo.
Daniela parecía divertirse con esto.
—Tía Elyse, ¿por qué estás asustada? Si tienes la conciencia tranquila, no deberías tener nada de qué preocuparte.
Eres una persona recta, ¿no? ¿Qué podría asustarte?
Elyse fue tomada por sorpresa. No estaba segura de si los comentarios de Daniela eran directos o simplemente improvisados, pero la inquietaron.
«No tengo miedo», dijo Elyse, apretando la mandíbula.
«¿Qué razón tengo para estar asustada? No he hecho nada vergonzoso. Y seguramente, tu madre me está cuidando desde el cielo. Después de todo, yo era su hermana».
En ese momento, el coche se detuvo.
Daniela abrió la puerta y anunció a los que estaban dentro: «Hemos llegado».
Elyse giró la cabeza al instante, con el corazón acelerado por la ansiedad.
¿Qué era aquel lugar?
Una luz inquietante y parpadeante proyectaba sombras inquietantes a su alrededor. El letrero de la entrada estaba torcido, con letras difíciles de descifrar.
Con desgana, Elyse salió del coche, agarrando firmemente la mano de Natalie. Dio un golpecito con el pie en el letrero de la entrada.
¡Clang! El sonido abrupto las sobresaltó a ambas.
Elyse sacó rápidamente su teléfono, usando la linterna para iluminar el suelo.
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Nota de Tac-K: Lindo día viernes queridas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (=◡=) /
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