Cariño, dèjalo y ven conmigo - Capítulo 1770
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1770:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Josh fingió inocencia, curvando los labios. «¿Qué? ¿Me viste hacerlo? ¿Tienes alguna prueba?».
La furia de Hamilton era volcánica, y sus mejillas se pusieron escarlatas. «¿Quieres pruebas? ¡No te hagas el tonto! ¿Quién más podría ser? Daniela y Cedric no han ofendido a nadie desde que llegaron a Oiscoll, ¡excepto a ti! Llevas años rondando los activos del Grupo McCoy como un buitre, desesperado por poner tus manos sobre ellos. Si realmente tuvieras agallas, ¡lucharías por ellos abiertamente! Envenenar a una mujer embarazada… ¿hasta dónde puedes caer?».
La mirada de Josh se volvió gélida al levantar la vista, y su voz sonó monótona. —Si pudiera ganarlo abiertamente, no tendría que recurrir a nada de esto. Pero Daniela se llevó lo que se suponía que era mío.
—¿Tuyo? —La voz de Hamilton se quebró por la tensión—. ¿Era tuyo? ¿Cuándo has dirigido realmente el Grupo McCoy? ¿Has cerrado siquiera un solo trato por tu cuenta?
La expresión de Josh se tornó tormentosa mientras replicaba: «Esa fortuna la construyó nuestro padre. Si alguna vez se tratara de elegir un heredero, sabes tan bien como yo que él me elegiría a mí sin dudarlo. No finjas que no lo sabes».
La verdad sobre la parcialidad de su padre flotaba en el aire como una espada.
«Pero si descubriera que fuiste tú quien arruinó a toda la familia, ¿de verdad crees que seguirías siendo su favorito?», replicó Hamilton con voz baja y dura.
Josh lo miró con ira, apretando los dientes, negándose a retroceder.
Hamilton no cedió. —¿Quieres hablar de papá? Entonces hablemos. Si no hubiera intentado matar a la madre de Daniela, nada de este lío habría ocurrido.
Las palabras resonaron, sacando a la luz el secreto más oscuro de la familia McCoy.
Hamilton había tragado su resentimiento durante años, pero esa noche ya no podía seguir ocultándolo. —En el pasado, nuestro padre perdió frente a la madre de Daniela, ¡y ahora tú tampoco puedes vencer a Daniela!
Josh frunció los labios, desesperado por responder, pero las palabras se le atragantaron en la garganta. Hamilton no mentía, lo sabía muy bien.
Lo nuevo está en ɴσνєʟα𝓼4ƒαɴ.c🍩𝗺 de acceso rápido
«¿Y qué? Por muy imparables que parecieran, al final fuimos nosotros quienes los derrotamos. Dominadora mundial, mercenaria legendaria… Daniela solo es una mujer, ¿no? Y las mujeres, al final, siempre tienen algo que perder. Mírala ahora: al final, acabó envenenada, ¿no?».
Josh se inclinó hacia él, con voz baja y extrañamente tranquila. —Piénsalo, Hamilton. ¿No es esto mejor para todos? Si Daniela muere con sus hijos, al menos esos niños no tendrán que luchar por sobrevivir en una vida miserable como ella. ¿No es eso misericordioso? Envenené a Daniela para borrar su linaje. De lo contrario, si sus mocosos crecen salvajes y vienen a por los McCoy, nunca tendremos un momento de paz.
Las palabras de Josh rezumaban furia moralista.
Hamilton apretó la mandíbula mientras lo miraba fijamente, y el peso de todo lo sucedido finalmente rompió su autocontrol. Se abalanzó sobre él con el cuchillo en ristre.
Josh nunca había creído que Hamilton fuera a hacerlo realmente, hasta que la hoja le cortó el brazo, dejando una rápida y brillante línea de sangre.
Con un juramento de sorpresa, Josh retrocedió y agarró un cuchillo de fruta de la mesa. Hamilton volvió a atacar, cegado por la rabia, pero esta vez Josh fue más rápido: ya tenía el acero apuntando a la garganta de Hamilton.
—Suelta el cuchillo, Hamilton —siseó Josh, con voz fría y salvaje—. Un paso más y te enviaré directamente al infierno.
.
.
.
Nota de Tac-K: Nuevas novelas en unas horas lindas personitas. Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. („• ֊ •„)੭
.