Atraído por mi mujer de mil caras - Capítulo 1116
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Capítulo 1116:
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Melinda, asombrada, miró fijamente a Aelfric.
—Aelfric, tus heridas…
Las heridas de Aelfric habían sanado por completo.
No respondió a Melinda, sino que dirigió su atención a Clarissa.
—Este medicamento es realmente extraordinario.
Clarissa soltó una suave risa.
—La calidad de lo que ofrezco es, sin duda, excelente. ¿De qué otra manera podría convencerte de que te unas a nosotros? Ahora que has sentido sus efectos, ¿todavía tienes dudas? Nuestro medicamento puede otorgarte un poder inmenso y una curación milagrosa. Supera con creces cualquier cosa desarrollada por Black Mallow y Riss. Si ignoras mi recomendación de unirte a la organización, estarás rechazando una oportunidad crucial para transformar tu vida.
A pesar de las persuasivas palabras de Clarissa, Aelfric permaneció impasible, no emocionado como ella había esperado. Se burló.
«¿De verdad tengo elección ahora?».
Era plenamente consciente de que, aunque la medicación había curado sus heridas y aumentado su fuerza, tenía un precio.
«En efecto, no tienes otras opciones», dijo Clarissa abiertamente.
—Este medicamento requiere dosis continuas. Sin ellas, soportarás un dolor insoportable y, con el tiempo, una hemorragia interna.
Los ojos de Aelfric se entrecerraron de ira. Con este medicamento, Clarissa lo había convertido en su marioneta, dejándolo sin escapatoria.
No tenía otra opción que convertirse en su peón.
—Bien —dijo con calma—.
«Vuelve y dile a Kim que acepto trabajar para él. Pero debo obtener lo que deseo a cambio. De lo contrario, prefiero morir antes que ser un sirviente».
«Puedes estar seguro», respondió Clarissa con una sonrisa complacida.
«La organización te tratará bien. Informaré a Kim de tu acuerdo ahora mismo».
Con esas palabras, Clarissa se fue.
La sala de estar cayó en un silencio inquietante, y Aelfric se quedó sentado en silencio durante un largo rato.
Pensó en sus ambiciones anteriores de convertirse en el próximo líder de la Base del Juicio Final y de controlar a todas las familias influyentes de Blebert. Ahora, él era simplemente una herramienta.
Manipulado a través de la medicación, su vida se había escapado de su control, y todas sus esperanzas y sueños se habían hecho añicos.
Cuando era el instructor jefe adjunto en la Base del Juicio Final, había representado la justicia. Ahora, era un agente de la turbia organización, una amenaza para la sociedad.
Dennis y Melinda, confusos e inseguros de qué hacer, miraron a Aelfric con expresiones en blanco, temerosos de decir una palabra.
Después de un momento de silencio, Aelfric fue el que finalmente habló.
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