Atraído por mi mujer de mil caras - Capítulo 1093
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1093:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
La sonrisa de Arabella era cálida, su expresión se suavizó con las palabras de Paul.
—Brian, me alegra que entiendas el vínculo que tengo con las niñas. Pero no hay necesidad de agradecimientos. Tiffany y Marissa han traído una inmensa alegría a mi vida. Nos hemos dado calor mutuamente».
Su mirada se desvió brevemente hacia Connor mientras añadía: «Brian, si mi vínculo con las dos chicas todavía te importa, te pido indulgencia para mi nieto. Ha cometido errores, pero ha crecido a partir de ellos. No dejes que el pasado lo defina».
La sala se quedó en silencio, su súplica resonó profundamente en todos, excepto en Rex, que estaba sentado en total confusión. No se había dado cuenta de que la Tiffany que tenía delante era en realidad Marissa disfrazada.
¿Dos hijas? Brian había sido padre de dos hijas, pero su hija mayor había fallecido poco después de nacer en BIO Grein. ¿Podría ser cierto lo que dijo la familia Nash de Adagend?
Sin embargo, el desconcierto de Rex pasó desapercibido, ya que los demás centraron su atención en Connor. Sus expresiones iban desde la tranquila comprensión hasta la leve lástima. Connor, el jefe de la familia más influyente de Blebert, un hombre célebre por su astucia brillantez y su implacable crueldad, ahora se encontraba humillado, con su abuela de 90 años suplicando en su nombre.
Bueno, eso demostraba que siempre había alguien que podía doblegar a otro. Connor se había humillado de verdad por Marissa.
Paul, conmovido por las palabras de Arabella, vio vacilar su firme determinación. Esbozó una leve sonrisa.
—Sra. Daniels, es usted demasiado amable. Como anciano, no guardaría rencor a alguien más joven.
Arabella se rió entre dientes.
—Brian, sé que dices esto por respeto a mí. Si crees que Connor necesita una reprimenda, no te cortes, se la ha ganado. Solo te pido que no te interpongas en su relación con Marissa. Tienen dos hijos juntos. Seguro que no destrozarías su familia.
Lawrence y Lindsay, aferrados a las piernas de Arabella mientras escuchaban a escondidas, intercambiaron miradas confusas. Las palabras de su bisabuela no tenían mucho sentido.
¿No se llamaba Tiffany su madre? ¿Por qué le pedía su bisabuela a su abuelo que no se interpusiera en la relación de su padre con alguien llamada Marissa? ¿Quién era Marissa?
Un pensamiento escalofriante se apoderó de ellos. ¿Tenía su padre otra familia? ¿Dos hijos con otra mujer?
El pánico se apoderó de ellos.
Lawrence y Lindsay se vieron envueltos en una creciente sensación de pavor. Acababan de reunirse con sus padres, acariciando la promesa de una familia unida y cálida. ¿Podría haber un divorcio en el horizonte? ¿Volverían a quedarse, como niños, sin hogar?
Estos pensamientos se arremolinaban en sus jóvenes mentes, cada uno más inquietante que el anterior. El miedo se apoderó de ellos, sus pequeños labios temblaban mientras las lágrimas comenzaban a correr por sus mejillas.
.
.
.