Atada por el amor La ternura de mi marido discapacitado - Capítulo 1859
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1859:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Elyse lo miró acusadoramente. «Ni siquiera lo sientes; pareces orgulloso. Lo has disfrutado, ¿verdad? Ni siquiera me has pedido matrimonio, ni hemos tenido una boda. ¡Estar contigo es como una maldición!».
Jayden, consolador, se inclinó hacia ella. «Ten paciencia, querida. Te lo daré todo. Pero tu embarazo tiene que estabilizarse primero antes de que podamos pensar en una boda».
Elyse replicó con dureza: «Entonces, ¿cuándo será el momento adecuado? Te odio. No quiero ninguna estúpida boda».
«Eso no es una opción», respondió Jayden, con tono firme pero tierno, mientras le mordisqueaba juguetonamente el dedo. «Cuando nazcan los bebés, celebraremos nuestra gran boda».
Los cambios de humor de Elyse se habían vuelto más pronunciados, oscilando incontrolablemente bajo el peso de sus intensas emociones. Jayden, siempre comprensivo, intervino para ayudarla a superar esos momentos turbulentos.
El tiempo pasó sigilosamente y pronto llegó el momento de que Elyse diera a luz.
Su embarazo gemelar provocó que el parto se adelantara dos semanas con respecto a la fecha prevista.
Esa noche, Elyse se despertó con una humedad inesperada. Sobresaltada, despertó suavemente a Jayden y le susurró con un toque de urgencia: «Creo que acabo de romper aguas».
Al instante, Jayden saltó de la cama, sin pensar en vestirse. Rápidamente alertó al personal de la casa, que se puso en marcha con notable eficiencia.
Llevaron a Elyse al hospital y llamaron a Peyton, que estaba haciendo el turno de noche, para que se diera prisa en acudir a la sala de maternidad.
Fuera de la sala, Jayden caminaba nerviosamente de un lado a otro. Cuando Peyton lo vio, bromeó: «Apenas ha dilatado y tú estás hecho un manojo de nervios. ¿Qué vas a hacer cuando empiece el parto de verdad? ¿Desmayarte?».
Disponible ya en ɴσνєℓα𝓼4ƒ𝒶𝓷.c○𝓂 con nuevas entregas
Jayden se llevó las manos al pecho, con una profunda preocupación reflejada en los ojos. «Ahora mismo estoy hecho un desastre. Mi corazón late muy rápido y siento que no puedo controlarlo. Estoy tratando de calmarme, pero no lo consigo».
Peyton negó con la cabeza. «Estás pensando demasiado en todo. Deja de dar vueltas y ve con Elyse. Ella te necesita ahora».
Tomándose en serio el consejo, Jayden entró en la sala.
Dentro, Elyse estaba usando una pelota de yoga para controlar los dolores del parto, con el rostro pálido. Al ver a Jayden, comentó: «Driscoll me dijo que estabas dando vueltas fuera. Temía que no entraras».
Jayden se arrodilló ante ella, con voz llena de sinceridad. «Estaba abrumado por la ansiedad, sin saber cómo ayudar. Solo pensar en ti sufriendo me altera».
Elyse, conmovida por su sinceridad, se inclinó hacia él y le sugirió: «Abrázame y caminemos un poco. Me hará sentir mucho mejor».
«¿Crees que eso ayudará?», preguntó Jayden con sinceridad, deseando poder aliviar su dolor él mismo.
Peyton frunció ligeramente el ceño. —Céntrate en consolarla adecuadamente. Evita decir cosas que no sean útiles.
Elyse tocó la cara de Jayden, sonriendo tranquilizadora. —Sé que tiene buenas intenciones. No te preocupes por eso.
Aileen, que traía algo de comida para Peyton, se enteró del parto de Elyse e inmediatamente informó a su grupo de amigos.
Incapaces de dormir tras conocer la noticia, Tracy, Jennie y Freda se apresuraron a ir al hospital.
.
.
.