Atada por el amor La ternura de mi marido discapacitado - Capítulo 1842
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1842:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
«Ya lo verás pronto. No me conformaré con nada menos que la perfección», bromeó Jayden, con un tono lleno de promesas.
Elyse se quedó desconcertada, sin saber qué gran plan estaba tramando. Sin embargo, como él le había pedido paciencia, decidió confiar en él y esperar.
Una semana más tarde, Jennie y Tracy se llevaron a Elyse en medio de un torbellino de emoción. Mientras el coche avanzaba, Elyse no pudo evitar preguntar: «¿A dónde me lleváis?».
Tracy y Jennie intercambiaron una sonrisa cómplice antes de responder: «Oh, solo una pequeña excursión para relajarnos, naturalmente».
Elyse sonrió con desconfianza. «Puedo relajarme perfectamente en casa».
«¡Ni hablar! Tienes que venir con nosotras de compras. Es una oportunidad de oro para salir y explorar las tiendas juntas. ¡Tenemos un tesoro de cosas que comprar!». Tracy brillaba de emoción y abrazó a Elyse con cariño.
Elyse se rió, entusiasmada con la idea. «He oído que la pierna de Shaun está mejorando, ya se ha levantado y anda».
Tracy asintió, con el entusiasmo ligeramente mermado. «Sí, está mejorando, aunque no puede estar de pie ni caminar mucho tiempo sin sentir dolor. Aún le queda un largo camino hasta recuperarse por completo».»
«Está haciendo progresos espléndidos», la tranquilizó Elyse. «El tiempo lo curará».
Tracy hinchó las mejillas en un puchero. «Por fin vamos a disfrutar, no nos preocupemos por él. Mencionarlo me pone nerviosa».
Elyse no pudo reprimir su diversión. Al darse cuenta de lo poco que se había relajado últimamente, se rindió al día y disfrutó de la juerga de joyas y vestidos con Tracy y Jennie.
Al caer la tarde, llevaron a Elyse a un estudio de maquillaje, y una chispa de sospecha se encendió en su mente.
Solo disponible en ɴσνєℓα𝓼4ƒαɴ.ç𝓸𝗺 con sorpresas diarias
«¿No íbamos a ir a un restaurante?», preguntó. «¿Qué tiene que ver un estudio de maquillaje con eso?».
Jennie le respondió con un tono travieso: «Te has puesto un vestido tan impresionante que sería un crimen no maquillarte para estar a la altura antes de ir a cenar».
Elyse dudó, restándole importancia al asunto. «No es imprescindible. Ni siquiera llevaría este vestido si no me hubierais convencido».
Jennie insistió, implacable. —Se trata de la magia de la ocasión, no podemos saltarnos ni un solo paso.
Completamente desconcertada, pero atrapada por su insistencia, Elyse se encontró sentada en la silla del estilista, sin poder escapar.
Una vez completada su transformación y mientras la llevaban al restaurante, una sensación molesta le invadió los sentidos.
«Esto es extraño», musitó en voz alta. «¿Por qué está tan desierto el restaurante?».
Tracy lo descartó con indiferencia. «No está desierto, mira, el personal está muy ocupado».
«Me refiero a los clientes», replicó Elyse, con el instinto en alerta. «¿Me estáis ocultando algo?».
Jennie y Tracy respondieron al unísono: «¡En absoluto! Entremos corriendo a comer, estamos hambrientas».
Con eso, guiaron a Elyse hacia un comedor privado.
Deteniéndose en el umbral, Elyse frunció el ceño. «¿No tenéis hambre? ¿Por qué no entráis?».
.
.
.