Atada por el amor La ternura de mi marido discapacitado - Capítulo 1829
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1829:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Aileen comprendió de repente una profunda revelación y se tapó la boca con asombro, con los ojos muy abiertos fijos en Clive.
Al notar su peculiar reacción, Peyton le preguntó con curiosidad: «¿Qué te preocupa?».
Aileen se recompuso rápidamente y susurró: «La violinista… ella te acompañó anteriormente, ¿verdad? Es absolutamente impresionante, y su destreza musical es totalmente cautivadora».
«Es Elyse Lloyd, nuestra famosa virtuosa del violín», respondió Peyton. «Qué pena. Acabó con Jayden».
«Jayden, ¿es el marido de Elyse?».
Cuando Peyton lo confirmó con un gesto de asentimiento, Aileen continuó con su pregunta. «Más o menos. Su relación ha fluctuado constantemente, lo que ha causado una preocupación perpetua a todo el mundo. Afortunadamente, esta vez parecen estar realmente comprometidos».
Una mirada de compasión cruzó el rostro de Aileen. «Ahora lo entiendo… Es realmente desafortunado».
Cuando Elyse terminó su actuación, intercambió una mirada significativa con Peyton.
Interpretando su señal al instante, Peyton tomó la mano de Aileen y la guió hacia el centro de la pista de baile.
Aileen se quedó momentáneamente confundida. «¿Ahora vamos a pasar al baile?».
«Exactamente, comienza el baile», confirmó Peyton con un guiño juguetón. «¿Me harías el honor de compartir este primer baile?».
Un delicado rubor adornó las mejillas de Aileen mientras asentía con la cabeza, bajando la mirada tímidamente.
𝑈𝓁𝓉𝒾𝓂𝑜𝓈 𝓁𝒶𝓃𝓏𝒶𝓂𝒾𝑒𝓃𝓉𝑜𝓈 en ɴσνєʟα𝓈𝟜ƒαɴ.𝒸o𝗺
Elyse observó a la pareja moviéndose con elegancia con auténtica calidez, y su corazón se ablandó al verla. Su relación parecía tan armoniosa. ¿Quizás debería invitar a Jayden a bailar más tarde?
Este agradable pensamiento hizo que su sonrisa se intensificara considerablemente.
Al detectar el cambio en su comportamiento, la mente de Clive comenzó a dar vueltas con posibilidades. ¿Qué había provocado tanta felicidad en su expresión? ¿Qué pensamientos ocupaban su mente?
Cuando terminó el baile inaugural, comenzó el baile normal para todos los invitados. Clive se preparó para marcharse con la multitud que se dispersaba cuando, inesperadamente, Elyse lo llamó.
La llamada lo sorprendió enormemente. «¿Necesitas algo de mí?».
Tras una breve vacilación, Elyse lo confirmó con un gesto de asentimiento. «Sí, ¿podrías dedicarme un momento?».
A pesar de intentar ocultar su alegría, Clive asintió con mesurada moderación. «Por supuesto, tengo tiempo disponible».
Elyse señaló un rincón apartado. «¿Hablamos allí?».
Clive aceptó y la siguió obedientemente hasta el lugar indicado.
«¿De qué quieres hablar?», preguntó, con evidente nerviosismo en su voz.
Elyse observó a Clive atentamente antes de esbozar una suave sonrisa. «Quería expresarte mi gratitud por las rosas. Te lo agradezco de verdad, aunque la tarjeta que las acompañaba no era muy clara, lo que dio lugar a numerosos malentendidos».
Clive palideció al instante.
.
.
.