Atada por el amor La ternura de mi marido discapacitado - Capítulo 1653
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Capítulo 1653:
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Se detuvo en la puerta, girando sobre sus talones, con el rostro aún sonrojado. «¿Qué estás haciendo?».
Él la tomó en sus brazos, sonriendo. «Solo ayudando a mi amor a bañarse».
Ella pataleó en señal de protesta. —¡Puedo hacerlo sola!
Él cerró la puerta del baño con el codo, con los ojos brillantes. —Qué pena. Ya me he comprometido.
Ignorando su débil resistencia, la llevó dentro, y las risas resonaron mientras la mañana tomaba un giro decididamente íntimo.
Más tarde, vestida y lista, Elyse se unió al grupo cerca de la entrada del hotel. Chloe se acercó, con voz burlona. «Vale, suéltalo. Tu piel brilla como si acabaras de salir de un spa. No me digas que has ido sin mí».
Elyse se sonrojó aún más. Mirando a Jayden, que estaba absorto en su teléfono, murmuró: «No he ido a ningún spa».
Chloe frunció el ceño. «Entonces, ¿has cambiado de productos para el cuidado de la piel? ¡Yo uso los mismos que tú y no obtengo estos resultados!».
Sacó un espejo compacto del bolsillo y se miró con atención, como si le hubiera traicionado.
Elyse buscó una respuesta, pero Jayden guardó el móvil en el bolsillo y la rodeó con un brazo, apoyando la mano con naturalidad en la parte baja de su abdomen.
—Es el brillo del amor —dijo con una sonrisa burlona—. ¿Cuándo vas a conseguir novio, Chloe? Si lo haces, te pagaré un viaje de un mes al extranjero para ti y tu afortunado. Mi regalo al amor verdadero.
Chloe se mordió la lengua para no responder, aunque tenía preparadas varias réplicas. La generosa oferta de Jayden la hizo dudar.
Su expresión se transformó en una sonrisa melosa. —¡Por supuesto! Estaré atenta al amor, ¡puedes estar seguro!
Jayden asintió con un brillo juguetón en los ojos. —Si no encuentras a nadie adecuado, ven a verme. Conozco a muchos solteros elegibles.
Chloe ladeó la cabeza, considerando la oferta. Jayden no era cualquiera: su círculo de amigos tenía que ser de éxito. Con él dispuesto a hacer de casamentero, rechazar su oferta sería una auténtica tontería.
«¡La verdad es que suena genial!», dijo ella, ampliando su sonrisa. «Llevo soltera toda la vida y salir con chicos ha sido un desastre. Te agradecería mucho tu ayuda».
Jayden asintió. «Bien. Empezaré a buscar en cuanto volvamos».
—¡Eres el mejor jefe del mundo! —exclamó Chloe radiante—. ¡Te seguiría a cualquier parte!
Elyse, que observaba la escena, puso los ojos en blanco. «Menudo curso magistral de adulación», pensó.
Pero enseguida se dio cuenta de la intención de Jayden. Era una estratagema ingeniosa para conseguir un mes entero de permiso para Chloe.
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