Atada por el amor La ternura de mi marido discapacitado - Capítulo 1571
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Capítulo 1571:
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Hubo una pausa antes de que Rebecca volviera a hablar, con determinación evidente en cada sílaba. «Está bien, te esperaré». Después de terminar la llamada, Elyse miró fijamente su teléfono, con el rostro cuidadosamente transformado en una máscara de indiferencia. «¿No se da cuenta de lo obvia que es?».
Jayden, al oírlo, bromeó: «Tiene miedo de que no vayas y le arruines los planes».
Elyse resopló, con un brillo de satisfacción en los ojos. «Vamos a casa primero y dejémosla en vilo unos días».
Recogieron el equipaje y se dirigieron al aeropuerto, dejando atrás a Cody.
Cody también tenía pensado volver a casa, pero lo haría unos días más tarde.
Una vez instalada en el avión, el cansancio se apoderó de Elyse y la sumió en un profundo sueño. Desde que tomó su decisión, Rickey había dejado de visitarla en sueños.
Cada vez que se despertaba, un doloroso vacío le carcomía el corazón, como si sus encuentros con su padre no hubieran sido más que producto de su imaginación.
Al notar su melancolía, la voz de Jayden se suavizó con calidez. —Aunque no haya vuelto a aparecer, seguirá cuidándote y protegiéndote.
Elyse asintió, incapaz de sacudirse el peso de la tristeza de sus hombros.
En el momento en que aterrizaron en Watscar y llegaron a casa, Brook irrumpió por la puerta.
Jayden arqueó las cejas al ver la expresión angustiada de Brook. —¿Qué ha pasado?
—Es Jennie. No consigo contactar con ella —explicó Brook, paseándose por el salón como un animal enjaulado.
—¿Jennie? —Elyse frunció el ceño, confundida.
—Es la novia de Brook —aclaró Jayden—, y es muy probable que se convierta en su esposa en el futuro.
Elyse abrió los ojos con alegría y se tapó la boca, conteniendo a duras penas su emoción. —¿Tenéis una relación?
Las palabras de Brook quedaron suspendidas en el aire, envueltas en la incertidumbre. —Ella no es exactamente…
Una sonrisa de complicidad se dibujó en los labios de Jayden. —Si no lo es, ¿por qué te importa no poder contactar con ella? Déjala en paz. El silencio de Brook lo dijo todo.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, levantó la mirada y la vulnerabilidad se filtró en su voz. —Me gusta de verdad.
—Si te gusta, entonces admítelo —la suave risa de Elyse iluminó la habitación—. ¿Por qué te resistes tanto?
Brook apretó los labios y no dijo nada.
—Déjame explicarte —intervino Jayden, con tono mesurado—. —En la familia Owen, admitir que te gusta algo, o alguien, se considera vergonzoso. Hemos nacido en el privilegio y no deberíamos desear nada más.
La incredulidad se reflejó en el rostro de Elyse. —¿Eso no os convierte en robots?
—Exactamente como robots —confirmó Jayden con un gesto sombrío.
—Sobre todo porque Jennie es una persona normal y corriente. —Las palabras de Brook tenían un tono de resignación.
Elyse lo comprendió. —Porque sabéis que vuestra familia nunca la aceptaría, así que no os atrevisteis a hacer pública vuestra relación, ni a admitir que os gustaba.
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