Atada por el amor La ternura de mi marido discapacitado - Capítulo 1522
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Capítulo 1522:
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Añadió pensativa: «Si Tracy supiera de sus dificultades, me pregunto cómo se sentiría».
En ese momento, la puerta se abrió de golpe y Jayden entró, fijándose en Shaun, que estaba en el suelo.
Echó un vistazo antes de volverse hacia Elyse con una sonrisa radiante.
—Cariño, ¿me has echado de menos hoy?
—Sí, te he echado de menos —respondió Elyse con sencillez.
Jayden bromeó: —¿Por qué ese tono mecánico, como si estuvieras leyendo un guion?
—¡Déjame en paz! —espetó Elyse en tono juguetón—. He dicho que te echaba de menos, ¿no? No tientes a la suerte.
La risa de Jayden suavizó el momento y luego se centró en Shaun. Mientras el médico lo examinaba, Jayden preguntó con calma: «¿Qué tal? ¿Ha recuperado algún recuerdo de Tracy?».
«Solo fragmentos, nada concreto. Pero al menos no está completamente en blanco», admitió Elyse, claramente preocupada por la situación.
Esperó pacientemente el veredicto del médico sobre el estado de Shaun antes de que ella y Jayden se dirigieran a la reunión familiar de Freda.
Al llegar a casa de Freda, Elyse se llevó una agradable sorpresa al ver a Cody allí. Con auténtico entusiasmo, se acercó a él. —Señor Tucker, ¿cuándo ha llegado a Cambape? ¡Debería haberme avisado!
Cody se rió con ligereza. —Llevo aquí unos días. Pensé en daros una sorpresa, ya que seguro que nos veríamos pronto.
Elyse sonrió aún más. —¡Te hemos echado de menos! Estoy estancada con el violín y me encantaría que me dieras algunos consejos.
—Por supuesto —respondió Cody con tono cálido y acogedor.
Cody miró a Elyse con afecto, le acarició suavemente el pelo con los dedos y luego dirigió su atención a Jayden.
—Gavin me ha dicho que vosotros dos estáis cultivando vuestra relación —comentó—. He oído que está floreciendo aún más que antes.
El respeto en la voz de Jayden al dirigirse a Cody era ahora inconfundible.
El tiempo había cambiado las cosas drásticamente: antes solo buscaba dominar a Elyse y veía a Cody con un desprecio y una hostilidad apenas disimulados, pero ahora estaba transformado. Su actitud irradiaba puro respeto.
Jayden se plantó ante Cody con sincera sinceridad. —Estamos redescubriéndonos y construyendo algo más profundo —respondió.
Cody asintió con la cabeza y dijo: —Eso está bien. Tu actitud anterior era bastante impetuosa. Recuerda que los asuntos del corazón merecen una reflexión cuidadosa.
Su mirada se desvió hacia Elyse, que inclinó la cabeza respetuosamente, afirmando rápidamente que lo entendía.
Freda consultó el reloj que tenía cerca. —Se acerca la hora. Debería llegar en cualquier momento.
La curiosidad se reflejó en el rostro de Elyse. —¿Esperamos a otro invitado? —preguntó.
Una sonrisa cómplice se dibujó en los labios de Freda. —Alguien bastante inesperado.
La perplejidad nubló el rostro de Elyse.
Sin embargo, cinco minutos más tarde, conoció a la misteriosa invitada que Freda había mencionado.
Celeste entró con paso elegante, vestida con un vestido de seda fluido, con su melena plateada perfectamente peinada y llevando un elegante bolso. Su radiante sonrisa, dirigida a Freda, vaciló al ver a Gavin acechando detrás de ella, y luego se congeló por completo al ver a Cody. La realidad la golpeó con fuerza: la presencia de Cody no era una ilusión. Buscó desesperadamente una explicación para su inesperada aparición.