Atada por el amor La ternura de mi marido discapacitado - Capítulo 1484
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1484:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Antes de que Elyse pudiera responder, el estridente timbre de su teléfono cortó la tensión. Tumbado en la mesa cercana, la pantalla se iluminó, atrayendo la mirada de ambos.
—¿Puedes pasarme el teléfono? —preguntó Elyse, dándole un suave codazo a Jayden. Jayden se estiró, agarrando el teléfono, pero entrecerró los ojos al leer el nombre que aparecía en la pantalla.
«¿Victor Hayes? ¿Por qué te llama?», exigió, con tono gélido.
Antes de que Elyse pudiera siquiera reaccionar, Jayden había pulsado el botón de rechazar.
«¿Por qué has hecho eso?», espetó Elyse, mirándolo con furia.
Jayden cruzó los brazos y frunció el ceño. —¿Por qué te llama a estas horas? ¿Qué tipo de relación tienes con este tipo? ¿Me estás ocultando algo?
Elyse puso los ojos en blanco y la exasperación se apoderó de su voz. —No seas ridícula. Solo es un amigo de mi primo. Siempre ha estado ahí para echarme una mano cuando lo necesitaba.
Jayden no parecía convencido, su irritación hervía bajo la superficie. «Entonces, ¿por qué cree que está bien llamarte tan tarde? Estoy aquí, ¿no? ¿Necesitas su ayuda con algo ahora mismo?».
«Si tenías tanta curiosidad, no deberías haber colgado», replicó Elyse, con tono punzante.
«Tenía que hacerlo. Un tipo como él no tiene por qué ponerse en contacto contigo, y menos de noche», replicó Jayden con obstinación.
Elyse se dio cuenta y una sonrisa pícara curvó sus labios.
«Espera un segundo, ¿estás celoso?».
Jayden se burló, con el ego pinchándole. «¿Celoso? ¿Yo? No seas absurdo».
Fingiendo indiferencia, Elyse se encogió de hombros con indiferencia. «Oh, ¿así que no estás celoso? Qué pena. Iba a mimarte, calmarte y tal vez incluso dejar que me hicieras el amor otra vez solo para animarte».
En un instante, la bravuconería de Jayden se desvaneció. «Está bien, vale. Estoy celoso», admitió apresuradamente.
Elyse sacudió la cabeza, con tono burlón. —No, no lo estás. Tú mismo lo acabas de decir, ¿cómo podrías estar celoso?
Jayden le rodeó suavemente el rostro con las manos, pasando el pulgar por su mejilla. Sin perder el contacto visual, la llevó de vuelta al sofá, con movimientos pausados y dominantes. Sus manos recorrieron sus costados, abriéndole las piernas con confianza. Al acercarse, sus cuerpos se fusionaron en un momento cargado de pasión.
Elyse dejó escapar un suave grito ahogado, con la sorpresa brillando en sus ojos. Se tensó momentáneamente, con la respiración entrecortada como si quisiera protestar. Pero a medida que el contacto de Jayden se hacía más intenso, la tensión en su cuerpo comenzó a disiparse.
—¿Te atreves a provocarme, eh? Muy bien. Me aseguraré de que recuerdes quién manda esta noche. —Luego la atrajo hacia sus brazos, sus labios capturando los de ella en un beso abrasador. Con una pasión ardiente, la reclamó por completo, su conexión se encendió en un momento de intimidad pura y desenfrenada.
Mientras tanto, en el Twilight Bar, Víctor estaba sentado con el teléfono en la mano, sus dedos recorriendo distraídamente los bordes de la pantalla mientras la miraba con leve curiosidad. Había llamado a Elyse solo para que su llamada fuera rechazada casi de inmediato. Un leve ceño fruncido se dibujó en sus labios. ¿Qué podría estar tramando para ignorarme?
.
.
.