Atada por el amor La ternura de mi marido discapacitado - Capítulo 1478
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1478:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Elyse dejó escapar un profundo suspiro. «No me lo pidió directamente, ¿sabes? Solo tuve este presentimiento: que si no intervenía, acabaría quedándose para siempre».
Gavin frunció el ceño mientras cruzaba los brazos. —Eres demasiado amable, Elyse. Ella es el tipo de persona que sabe cómo usar eso en su beneficio.
Elyse levantó una ceja, con un tono de curiosidad. —¿Ah, sí? Parece que la tienes completamente calada.
—Últimamente ha estado intentando hacerse la simpática conmigo —admitió Gavin, con una mezcla de enfado e incredulidad en la voz.
Los ojos de Elyse brillaron con algo indescifrable mientras desviaba la mirada. —Entonces, ¿qué opinas de ella? ¿Te interesa?
Gavin vio a través de su pregunta en un instante y sonrió con aire socarrón. —Mírate, ya crecidita y de repente husmeando en mi vida amorosa.
—No estoy fisgoneando —replicó Elyse, con tono agudo y a la defensiva—. Solo tengo curiosidad.
Sin previo aviso, Gavin extendió la mano y le dio una palmadita en la cabeza.
—¡Ugh, para! —Elyse apartó su mano y se frotó el lugar, aunque en realidad no le había dolido. Su voz se suavizó, un poco insegura ahora—. Te conozco desde hace mucho tiempo, Gavin. Nunca te he visto con nadie antes. Freda, a pesar de todo lo que ha pasado entre nosotros, siempre está contigo. Es decir, es difícil no preguntarse.
Gavin se quedó en silencio, con una expresión pensativa. «Supongo que nunca he sido de los que buscan relaciones», admitió con voz más baja que antes. «Pero, ¿que menciones a Freda de esta manera? La verdad es que ni siquiera lo había pensado de esa manera».
Elyse parpadeó, claramente frustrada. —¿De verdad no te has dado cuenta? Está tan obviamente colada por ti. No podría estar más claro aunque llevara un letrero de neón en la cabeza.
Gavin frunció el ceño, su confusión era evidente. —¿Colada por mí? Pensaba que le gustaba Theo Ward. ¿No es esto solo un elaborado juego para vengarse de mí?
Elyse lo miró boquiabierta, con incredulidad escrita en su rostro. —¿De qué estás hablando? Me dijo que Theo ya no le interesa, que lo superó por completo. Dijo que se arrepiente de haberse involucrado con él. Ahora solo quiere concentrarse en ti.
Elyse vio cómo la confusión de Gavin se profundizaba. Su rostro se torció en una expresión tan extraña que casi la asustó: parecía completamente desconcertado.
—No tenía ni idea —murmuró con voz baja—. Pensaba que ella todavía se aferraba a todo ese bagaje. No me di cuenta…
Elyse exhaló con fuerza, la revelación golpeándola como un maremoto. —Esto es un desastre. Vosotros dos tenéis que arreglar esto por vuestra cuenta. Yo no debería estar en medio.
Ella lo miró, con ojos firmes pero comprensivos. «Vamos. Hablemos con Freda y aclaremos esto».
Cuando regresaron a la sala de estar, el espacio estaba inquietantemente vacío. Freda y Jayden se habían ido.
Elyse examinó la habitación con atención, pero Freda y Jayden no estaban por ningún lado. Se volvió hacia Driscoll, esperando que él supiera dónde estaban.
«Están en el sótano», dijo Driscoll encogiéndose de hombros. «Freda dijo que tenía el corazón roto y que necesitaba un trago. Insistió en ver la bodega, así que Jayden la llevó allí».
.
.
.