Amor en la vía rápida - Capítulo 464
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 464:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
«Tómate tu tiempo. La policía llegará pronto».
El hombre calvo era el líder de la Alianza Inferno, lo que significaba que conocía los entresijos de la organización. Sabía de sus transacciones, sus directivos y mucho más. Si lo capturaban, la policía obtendría una valiosa fuente de información, lo que les permitiría manejar el caso de manera más eficiente.
Norah colocó despreocupadamente su pistola a su lado y se volvió hacia Joanna y Susanna. —Sentaos, chicas. Yo me encargo de cualquier intruso —dijo.
Estaba tranquila, aunque los muchos cuerpos en el suelo le causaban dolor de cabeza.
Joanna, al ver el mismo desastre, habló. «Norah, hagamos como si no hubiéramos estado involucradas. Hay tantos cuerpos que, aunque aleguemos defensa propia, la policía tendrá que investigar. Va a ser un dolor».
Susanna, con los ojos brillantes de entusiasmo, se volvió hacia Norah como si fuera un tesoro de posibilidades.
«¡Exacto! ¿Por qué no los matas a los dos?», propuso, señalando al líder y a su secuaz. «¡Dan miedo! Nos ahorrarán muchos problemas. Además, no pueden quedar con vida, ¿verdad?».
Susanna ya no tenía miedo. Pensaba que Norah era increíblemente fuerte, como una supermujer capaz de hacer cualquier cosa.
Norah era tan rápida que parecía saber de magia de verdad. Había esquivado las balas con facilidad, como si fuera una maga.
Susanna vio que Norah mataba a la gente mala que se lo merecía. Recordó cómo Norah había hecho que las familias Palmer y Payne perdieran todo su dinero antes. Eso le hizo pensar que tal vez lo que hacía Norah no era tan diferente. Solo había una gran diferencia entre las dos situaciones: Norah hacía morir a la gente.
La intuición de Joanna fue acertada. Si uno permitía que el miedo dictara sus acciones, nunca se enfrentaría a él y, por lo tanto, nunca se acostumbraría a él. Susanna hizo un rápido ajuste en su comportamiento; sin siquiera mirar los cadáveres en el suelo, cambió rápidamente su estado mental.
Norah quedó impresionada por la compostura de Susanna. Fue una suerte que Susanna se hubiera adaptado tan rápidamente a la situación. La mirada de Norah se dirigió a los dos supervivientes. —Tratar con los cadáveres esparcidos por el suelo es todo un reto.
—Norah…
Sin aliento, Sean apareció en la puerta, sin su habitual noble compostura. Su meticuloso peinado estaba despeinado por la carrera apresurada. Al ver los cadáveres en la habitación, sus pupilas se contrajeron inmediatamente. Sin embargo, al ver a Norah y a los demás, una ola de alivio lo inundó.
«Es un alivio ver que estás a salvo».
.
.
.