Amor en la vía rápida - Capítulo 353
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 353:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Una gran mano se abalanzó sobre los ojos de Norah.
«Lo creas o no, todo depende de ti, ¿sabes?», dijo Sean, dejándolo ahí sin más explicaciones.
Norah no pudo evitar sonreír, conmovida por su consideración. No importaba si él había pasado por esto antes o no. Su pasado no le importaba; lo único que le importaba era que ahora estaban juntos.
«Lo sé, cariño. Te tomo la palabra».
Las palabras dulces pronunciadas en momentos de ternura no debían tomarse demasiado en serio, se dio cuenta Norah. Después de todo, no podía creerse cualquier cosa simplemente porque alguien lo dijera. No podía.
Pero esas palabras tampoco podían retractarse; se quedaban grabadas. Acurrucada contra su pecho, disfrutó de aquel momento de serenidad.
De vuelta en casa, Norah encontró las imágenes de vigilancia de Spencer esperándola.
«Norah, si necesitas algo más, sólo tienes que acercarte». Era el tipo al que acudir para conseguir cosas.
«Además, le he dicho al Glamour Club que no vuelva a dejar actuar allí a Rosy Secret».
Mientras Spencer copiaba las imágenes de vigilancia del Glamour Club, reflexionaba sobre Rosy Secret. Su objetivo era ganar puntos con Norah, preparándose para posibles favores futuros.
Y no era como si el Glamour Club fuera a sufrir; sin Rosy Secret, Dream podría seguir prosperando. Spencer lo vio como una inversión proactiva, pasando de la influencia de Norah al apoyo a la banda. En definitiva, el Glamour Club no tenía nada que perder.
«Entendido. Gracias».
Norah se sorprendió por la rápida acción de Spencer, echando a Rosy Secret sin dudarlo. Sacudiéndose la sorpresa, Norah volvió su atención a las imágenes.
Las marcas de tiempo revelaban un tramo borroso, que coincidía con Spencer ayudando a Kaiden a subir las escaleras. Parecía que alguien había manipulado la vigilancia en todo el pasillo. El fallo sólo duró cinco minutos, lo que podría explicar por qué el equipo de vigilancia no había dado la alarma.
Norah trató de arreglar las imágenes, pero no era un simple trabajo de borrar y recuperar. El disruptor había interferido directamente en las cámaras de vigilancia, sin dejar rastro del vídeo grabado.
Kathy parecía haber pensado en todo, incluso en organizar el contratiempo de la vigilancia. Claramente, Kathy había filmado ella misma dentro del hotel, dejando a Norah sintiéndose indefensa.
Ahora parecía que Bryson tendría que atenerse a las consecuencias.
Desanimada, Norah cerró el portátil con un fuerte suspiro.
Contra todo pronóstico, Kathy y la familia Carter no aparecieron en la puerta de la familia Andrews exigiendo respuestas. Por el contrario, desaparecieron sin dejar rastro, dejando a todo el mundo perplejo sobre su paradero.
Después de terminar sus tareas en el quirófano, Norah se preparó para localizar a Jamison y tomarse un merecido día libre. Mañana era la gran fiesta de bienvenida de la familia Wilson, y tenía que asegurarse de estar lo mejor posible.
«Norah».
De la nada, una figura se abalanzó hacia ella, impidiéndole el paso.
«Bonita dama…»
Un par de pequeñas manos se agarraron a su pierna y, cuando bajó la vista, vio a un adorable niño que se aferraba a ella y la miraba con los ojos muy abiertos.
«¿Qué puedo hacer por usted?
La mujer que tenía delante, Luna, iba vestida para impresionar. Con los labios pintados de rojo intenso, esbozó una sonrisa. «Shayla estaba desesperada por verte, así que tuve que traerla». Señaló con la cabeza a Shayla, fingiendo inocencia. «Ha estado rogando por verte desde que volviste».
Shayla, de poco más de dos años, parpadeó con sus grandes ojos llorosos. Su voz era suave cuando dijo: «Tía… Te he echado de menos».
.
.
.