Amor en la vía rápida - Capítulo 1315
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1315:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Llevó tiempo cargar el dinero en el helicóptero, y necesitaba encontrar una forma de ganar tiempo para ganar más tiempo.
Sacó un mando a distancia de su bolsillo. Debajo de la villa, había explosivos. Al activar el botón rojo, la estructura quedaría destruida al instante.
Sin embargo, esta acción también les afectaría a ellos.
—Angela, nuestro equipo aún no ha salido de la villa —gritó alguien, al ver su dedo en el mando de la bomba—. ¡La explosión también nos afectará a nosotros!
Nancy le lanzó una mirada feroz y dijo: —No te metas en mis asuntos. Lo que haga no es asunto tuyo.
Se dio la vuelta y miró a lo lejos. En medio de la cacofonía de disparos y gritos, la villa era un campo de batalla para su equipo y los mercenarios de Sacredice. Sean y Norah podrían estar allí también.
Pulsar este botón lo acabaría todo: sus enemigos desaparecerían, incapaces de volver a molestarla. «Que se vayan al infierno», pensó.
Con una fría sonrisa, Nancy miró su antiguo bastión y pulsó el botón rojo.
En treinta segundos, las bombas temporizadas detonarían. Nancy declaró: «Es hora de irse. Olvídate del resto del dinero». Al ver que solo la mitad del dinero había sido cargado en el helicóptero, supo que se les había acabado el tiempo y rápidamente subió a bordo. «Si queréis sobrevivir, venid conmigo». A su orden, los que estaban cargando el dinero abandonaron su tarea y saltaron al helicóptero. Los motores rugieron y el helicóptero comenzó su ascenso.
De repente, una enorme explosión rompió el silencio…
Norah entró en la villa llena de humo con su arma preparada. Afuera, Timmy, Jason y varios de los mercenarios de Sacredice vigilaban. Estaba preocupada por Sean y su padre; no eran mercenarios entrenados. ¿Y si resultaban heridos en un lugar tan peligroso?
En cuanto a Nancy y el dinero que se llevó, Norah no estaba preocupada en absoluto, confiando en que el equipo de Sacredice se encargaría de ello.
«Norah, ¿por qué has entrado?».
La villa estaba nublada por el humo, y una misteriosa niebla blanca les enturbiaba la vista.
Una mano cálida y familiar encontró la suya. Sean estaba a su lado. Apretando con fuerza su mano, Norah admitió: «Estaba preocupada por ti…».
«Kelvin informó de que se han ocupado de los enemigos en la villa. El resto se dirige a la montaña, donde les espera un helicóptero. Están intentando huir…».
Antes de que pudiera terminar, una explosión abrumadora lo interrumpió, ensordeciéndolos temporalmente a ambos.
.
.
.