Amor en la vía rápida - Capítulo 1281
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Capítulo 1281:
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Huntley contuvo las lágrimas, abrumado por el momento. No había previsto reunirse con Bernice, pero gracias a Norah, tuvieron la oportunidad de estar juntos.
De pie a su lado, Florence sentía lo mismo. La familia Frazier había capeado muchas tormentas a lo largo de los años, y parecía que sus perspectivas no hacían más que mejorar.
La sala estaba llena de calidez y afecto. Mientras tanto, Norah, preparándose en el quirófano, se sentía tranquila. Había estado cuidando diligentemente de su abuelo. Después de la operación, se esperaba que se recuperara gradualmente. Como había prometido, tenía muchos años por delante.
La luz del quirófano se encendió y los miembros de la familia Frazier se reunieron fuera, llenos de expectación. Aunque decían estar tranquilos, cada uno estaba secretamente ansioso, rezando en silencio para que la operación tuviera éxito.
Tenían mucha confianza en Norah y creían firmemente que ella realizaría la cirugía con éxito. Tres horas más tarde, la luz se atenuó.
Bernice y Huntley se apoyaron el uno en el otro mientras caminaban hacia la puerta de la sala de operaciones. Norah salió con su indumentaria quirúrgica y dijo: «La cirugía salió perfectamente. Ahora, el abuelo pasará un día en la UCI para su monitorización. Si todo parece estar bien, lo trasladarán a una habitación normal».
Ante esta noticia, los miembros de la familia Frazier dejaron escapar vítores moderados. Keenan estaba fuera de peligro, ¡lo que aseguraba que permanecería con ellos durante los próximos años!
Las lágrimas de alegría rodaron silenciosamente por los rostros de Bernice y Huntley. Fue un alivio saber que su padre estaría por más tiempo. Al presenciar las expresiones de alivio de su familia, Norah reflexionó sobre el verdadero valor de su carrera médica.
Se utilizaba para llevar luz a las personas en sus momentos más oscuros. Ser médico consistía en guiar a las personas a través de la oscuridad y devolverles la esperanza.
Norah decidió difundir aún más esperanza en el futuro.
Una vez que el estado de Keenan se estabilizó y fue trasladado a una habitación normal, lo único que Norah oyó fueron palabras de elogio de su familia. Pensándolo bien, se dio cuenta de que, dado que su abuelo estaba estable y solo necesitaba descansar para recuperarse, podía alejarse para ocuparse de otros asuntos.
Después de hablarlo con su madre, Norah cogió un vuelo a Hander Land. El medicamento para la enfermedad cardíaca ya estaba en fase de ensayos clínicos y no requería su supervisión diaria. ¡Por fin estaba de camino para ver a Alice!
En el aeropuerto de Hander Land, Alice esperaba emocionada, de la mano de un niño de unos cinco años. Tenía el pelo rubio, corto y rizado, un puñado de pecas en las mejillas y unos ojos grandes y sorprendentemente brillantes.
«Mamá, ¿cuándo va a llegar la tía Norah?».
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