Amor en la vía rápida - Capítulo 1188
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1188:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Si se tratara de gente corriente, los que estaban en la puerta no se habrían quedado tan sorprendidos. Duncan entrecerró los ojos, aprovechando su altura para ver mejor a los recién llegados.
«Son Norah y sus padres, seguidos de un grupo de soldados», anunció Duncan.
Susanna y Joanna intercambiaron miradas de alivio, suspirando al unísono. Mientras Norah estuviera a salvo, eso era lo único que importaba. —Sean también la está siguiendo, junto con el Sr. Hayes —añadió Duncan.
El alboroto llamó la atención de todos los presentes en el salón de banquetes. Iker, que había estado conversando, frunció el ceño e hizo un gesto a Hank para que se acercara.
«Te dije que vigilases la seguridad del salón de banquetes. ¿Qué está pasando en la entrada?», preguntó Iker, con preocupación en la voz.
Hank, que acababa de bajar las escaleras después de ocuparse de Hadley y no estaba al tanto de la situación, respondió: «Papá, me llevaré a algunas personas y lo comprobaré de inmediato».
Mientras hablaba, reunió a algunos guardias de seguridad y se dirigió a la entrada. Al ver a los recién llegados, abrió los ojos con asombro, haciendo que el cigarrillo que tenía en la mano cayera al suelo. Se frotó los ojos incrédulo, tratando de dar sentido a la escena que tenía ante sí.
¿Era un sueño? ¿Cómo podía ver a su tío y a su tía a plena luz del día? ¿No habían fallecido ya? Se pellizcó el brazo. El dolor era real. Así que lo que estaba viendo también debía de ser real. Jadeó. ¿Era cierta la afirmación de Norah? ¿Estaban vivos sus padres, después de todo?
Norah, con su uniforme de trabajo, se había soltado el pelo, revelando su impresionante belleza.
Sostenía las manos de dos personas de mediana edad, que parecían un poco desaliñadas pero que irradiaban un aire de opulencia.
Sus padres se habían criado en familias acomodadas, después de todo, y naturalmente se comportaban con dignidad.
En ese momento, el aullido de las sirenas de la policía afuera intensificó la tensión.
Norah levantó una ceja hacia Hank y preguntó: «Hank, ¿dónde está tu padre? ¿Ha huido después de escuchar la noticia?».
Algunos directores del Grupo Wilson, al ver a Calvin, tenían lágrimas de alegría corriendo por sus rostros.
«Sr. Wilson, efectivamente está vivo. ¡Es increíble!».
«Lo sabía. La gente buena merece ser recompensada. Alguien tan maravilloso como el Sr. Wilson no debería haber sufrido desgracias».
«Es un gran alivio ver al Sr. Wilson y a su esposa todavía vivos».
.
.
.