Amor en la vía rápida - Capítulo 1179
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Capítulo 1179:
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Su grupo había competido a menudo con el de Kellan. Se habían cruzado en numerosas ocasiones.
La familiaridad de su voz tomó a Kellan por sorpresa.
—¿Rose? ¿Sigues viva?
¿No había desaparecido del mundo Dark Night, el renombrado equipo de mercenarios? Y ahí estaba Rose, un miembro fundamental, de pie ante él. Habían circulado rumores de que otro miembro, Night Cat, también seguía en activo.
—Oh, todavía te acuerdas de mí.
Norah, sin su habitual máscara dorada oscura adornada con una rosa, estaba expuesta ante Kellan.
Kellan recordaba los atentados que había cometido contra su vida.
Dark Night, con potencias como Rose y Night Cat, había dominado en su día el panorama mercenario, suprimiendo a los equipos rivales y acaparando contratos. ¿Cómo no iban a guardarle rencor?
Tanto Rose como Night Cat eran mujeres que habían demostrado su valía sin parangón, lo que había despertado una feroz envidia entre sus compañeras. Esta envidia las convirtió en objetivos prioritarios dentro de la comunidad de mercenarios, y habían sobrevivido a numerosos intentos de asesinato de varias organizaciones, ninguno de los cuales había tenido éxito.
Kellan dio un paso atrás instintivamente, con un destello de miedo visible en sus ojos. La destreza de Rose era bien conocida, y no era de extrañar que los guardias de fuera no hubieran dado la alarma: probablemente los había neutralizado a todos en silencio.
Se dio cuenta de la gravedad de la situación; ya había perdido a siete hombres desde su llegada, y parecía que las habilidades de Rose solo habían aumentado.
—¿Por qué estás aquí buscándome? ¿Por qué haces daño a mis hombres? —Apretó la pistola. Aunque Rose era superada en número, sus posibilidades de ganar contra ella eran escasas.
No, tenía que admitir que sus posibilidades de ganar eran mínimas.
«Has secuestrado a gente que no deberías», replicó Norah, sacando su pistola, pero sin apresurarse a mencionar su conexión personal con los rehenes para mantener a Kellan en la oscuridad sobre su importancia para ella.
Revelar vulnerabilidades primero en este juego significaba perder. Kellan examinó el área, sus ojos se posaron en los cuatro individuos atados.
«¿Están ellos por qué estás aquí?».
Había oído los gritos de Bernice, pero no había relacionado a Norah con Rose, pensando que los gritos de Bernice eran de miedo.
Norah entrecerró los ojos, con el arma apuntando firmemente a la cabeza de Kellan. —Ahora que lo sabes, ¿qué vas a hacer? Han pasado años desde la última vez que nos vimos. ¿Te has vuelto más inteligente?
La expresión de Kellan se ensombreció. No quería perder la lucrativa recompensa de la misión, pero la pérdida de sus hombres le pesaba mucho.
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